Mi marido y yo estábamos pensando acudir a un club liberal. eran las 20:00 estamos en casa, nuestros hijos se quedaron con la abuela.
Fuimos a cenar en un buen restaurante. Mientras estamos comiendo lo planteo a mi marido. No es la primera vez que lo habíamos hablado, y él me responde:
- Joanna estoy eternamente agradecido de estar juntos veinte años, entiendo en últimamente no te doy el placer que si te daba antes. En parte creo que es bueno tengamos nuevas experiencias, probar en nuevos lugares. Pienso que por eso debemos dar este paso juntos -
En ese momento una lágrima calló sobre mi mejilla. Leo en este momento me agarró la mano y me dijo:
- Joanna te amo para siempre, no te preocupes, quiero que siempre disfrutes de nuestra relación, todo lo que a ti te gusta a mi también me gusta. -
Mientras estábamos terminando los postres ya que el camarero me convenció para tomar leche frita casera. Leo buscaba en el teléfono un lugar al que pudiéramos ir, finalmente eligió un bastante grande y conocido en Valencia.
Tomamos el coche y marchamos para el club. Llegamos cerca de las once de la noche, realmente el tiempo es un poco tarde pero la curiosidad y la primera vez nos daba un poco de miedo pero al mismo tiempo nos impulsaba a seguir hacia adelante. De repente sentí la mano de mi marido apretando mi mano, el temor desapareció al instante.
La puerta es muy grande, estaba al final de un pasillo exterior iluminado de manera bastante exótica pero nadie salió a recibirnos. Tocamos el timbre, dos veces, y una mujer de 30 años de edad aproximadamente salió para darnos la bienvenida. Finalmente dijo:
- Habla Español, Inglés, ...
Leo dijo - hablamos inglés, algo de español pero el Inglés es mejor.
- Ok, aquí mucha mas gente lo hable, nuestros clientes son de Reino Unido, Alemania y otros países europeos. Bienvenido, yo les guiaré en su visita. ¿Conocen los clubs swinger?
Leo contestó - No conocemos el club. Bueno reconocemos es la primera experiencia para mí y para mi esposa en este tipo de locales.
- Bueno, no os preocupéis, afortunadamente hoy esta noche es muy light y hay también parejas como ustedes.
Entramos caminando por un pasillo que daba a una zona más amplia. Había una barra circular donde la mujer nos dijo que teniamos dos copas gratis por ser la primera vez. Alrededor la barra había varios sofás y divanes, algunos de ellos con cortinas, entiendo para dar de intimidad. En un sofá había una joven pareja bebiendo y hablando. En un extremo de la barra había una puerta, que la mujer nos invitó a cruzar y que daba a otro pasillo, este un poco más estrecho, con una iluminación más vaga y con muchas puertas. En este momento, la mujer se dirigió a nosotros y nos dijo:
- En estas habitaciones las parejas podían tener relaciones sexuales, en esta zona sólo las parejas pueden entrar, hay habitaciones donde pueden entrar otras parejas mientras están practicando sexo y mirar o unirse todo desde el respeto, decir que no significa no. Si recibimos alguna queja por parte de alguien se le echará y no se permitirá la entrada de nuevo en el local.
Mientras que la esposa habla con Leo mi curiosidad me llevó a echar una mirada en una habitación. Había habitaciones con puertas, otras con cortinas y otras si nada, esta en concreto no tenía nada. La habitación tiene un hall de entrada y no se puede ver directamente, pero en la pared yo pude ver la sombra de la pareja agitando sus cuerpos. De repente sentí un sofoco, una sensación que comenzaba en los dedos mis pies, recorría todo mi cuerpo y terminó en mi cabeza, no podía moverme, estaba emocionada, pero nunca como en ese momento. Afortunadamente en este momento Leo tomó mi cintura para continuar con la visita. Cuando sentí su mano mientras caminaba, estaba pensando en la pareja de la habitación y sentí como debajo de mi vestido comenzaba a sentir húmedas mis bragas.
La mujer abrió una puerta del pasillo, en esta sala había un spa, fue para mi toda una sorpresa que dentro de este edificio hubiera un gran spa. Para esta área la mujer nos volvió a explicar las reglas. Debemos usar las zapatillas y toallas que tenemos en la taquilla, señalando al mismo tiempo su procedencia, es una zona naturista para parejas comentó la mujer. Mientras la mujer se dirigía a mi marido yo hacía una radiografía con la mirada, pero en esta ocasión en los brazos de Leo, de los que no podía separarme. Había un jacuzzi y una zona de baños con una piscina, podía ver una mesa de masaje, en la que había una mujer tumbada y un hombre haciéndole un masaje. Ambos estaban desnudos con una luz tenue por toda la sala.
Volvemos con la mujer de nuevo al pasillo y abre otra puerta donde ella dijo:
En esta habitación puede estar ustedes en pareja apoyándose o cerca de la pared y otras parejas en la habitación de al lado pueden meter la mano y la polla a través de agujeros, muchas parejas están les gusta el morbo y entran aquí.
En este momento no quiero separarme de Leo, pero por un instante me pareció ver una pareja al otro lado de los agujeros. Creo que era mi imaginación. Me volví a sentir muy emocionada y extasiada, pero ahora estaba en el abrazo de mi hombre que no me había liberado. Lo que si sentí que mis bragas cada vez más húmedas y que mis muslos resbalaban con mucha facilidad ¿Por qué me sentía así? ¿Por qué no podía controlar mi flujo en ese momento? Para colmo había llevado un vestido, que me llegaba a las rodillas y no me había puesto medias. Nunca había estado en un sitio como este, y tampoco había visto películas porno, me había pasado mi vida estudiando después del trabajo y la única persona que había conocido el sexo era con el hombre que me tenía agarrada por la cintura en ese momento.
Una vez en el pasillo, vamos a otra habitación. Esta vez bajamos por unas escaleras. Estábamos un poco apretado, así que bajamos uno por uno, primero la mujer, después de Leo y finalmente yo. Cómo llevaba tacones me quedé un poco atrás. Cuando llegué vi a Leo y la mujer mirando hacia el techo. Empecé también a mover la cabeza hacia arriba. ¡¡¡¡¡¡Dios mío !!!!!! De repente sentí como si estuviera cayendo hacia atrás. Me fallaron las piernas. Por suerte me sentí de nuevo en los brazos de Leo. Justo encima de nosotros había una habitación con un suelo de cristal. Pero para mi sorpresa, había dos parejas que mantenían relaciones sexuales. La escena se quedó en mi memoria. Una mujer de rodillas en el suelo, con las manos apoyadas también sobre el suelo, mientras que tenía en su boca pene de un hombre, otro hombre la estaba penetrando. La otra mujer estaba tocando los pechos de la chica, mientras que al mismo tiempo estaba masturbándose. De repente esta chica me miró, y le hizo algunas indicaciones del chico que penetra en la otra chica, también me miro. En este momento Leo salimos de la habitación.
Tenía tanto calor en mi vulva que no podía subir las escaleras, el sofoco me venía de nuevo mientras andaba. Para mí fue la primera vez que veo a otras personas que tienen relaciones sexuales, sentí mucha curiosidad por seguir mirando al mismo tiempo que me invadía el deseo de tener relaciones sexuales con Leo. Tenía que hacerlo ya, no me importaba donde estaba y quien lo viera, necesitaba hacerlo. Ahora la mujer dijo que vamos a otra habitación. Ahora entramos justo en la habitación que estaba encima donde estábamos antes de que el techo de cristal. Todos seguían ahí, pero ahora la escena era diferente. Desde abajo no me había percatado de que la sala tiene un sofá o más bien un diván; ahora una mujer estaba lamiendo la polla de uno de los hombres en mientras el estaba sentado enel diván, la chica estaba de rodillas en el suelo; la otra mujer estaba en la cama, boca arriba, con las piernas abiertas y el hombre estaba delante de ella, entre sus piernas y me percaté que estaba introduciendo sus dedos en la vagina de la mujer, cada vez lo hacia con mas rapidez, pensé que le hacia daño. Pero era evidente que no, por los gemidos y el placer en la cara de la mujer. No se habían percatado ni de que estábamos allí. De repente la mujer empezó a gritar muy fuerte, decía - me corro, me corro, me corro, me COOOO ... - el hombre retiró sus dedos en la vagina de la mujer, en ese mismo instante la mujer arquea la espalda, y se orinó en el hombre que tenía delante. Luego el hombre la abrazo y la mujer empezó a tener espamos durante unos segundos. La guía nos explicó que no era orina sino un tipo de orgasmo femenino. En este momento, me sentí afortunada de estar en los brazos de Leo, porque empecé a sentir como me temblaban las piernas justo después de lo que acababa de ver. Ahora ya no solo sentía húmeda mis bragas, podía sentir también en mis muslos, intentaba separarlos mientras andaba porque solo rozarles sentía que mi flujo estaba completamente descontrolado y fuera, derramando por mis muslos. Si Leo me ha dado a conocer que estaba cayendo.
Mientras estábamos allí nos miraban con la mirada lasciva. Por mi parte empezaba a necesitar urgentemente una ducha. No pude seguir viendo este lugar sin derretirme completamente.
Volvemos con la mujer que nos guía al pasillo. - ¿Cuántas habitaciones faltan? - Pregunta a Leo a la esposa, y ella respondió. - Hemos visto la mitad. ¿Cansados? - Leo sonrió.
Ahora vamos a entrar en la sala de Gang Bang. ¿Si necesita ir al baño? - Pregunta la mujer antes de abrir esa puerta. Aproveché la oportunidad para ir. No necesitaba hacer pipí. Pensé que mejor sería quitarme las bragas, porque en este momento ya no sentía prácticamente su presencia y pensé en meterlas en el bolso, pero estaba muy mojada. Al cogerlas con la mano quedé totalmente manchada de mi flujo, finalmente opté por tirarlas a la basura. Tome un poco de papel para limpiarme. Gasté un montón y solo con el roce del papel al limpiarte al cabo de unos instantes estaba descargando de nuevo.
Cuando salgo del baño abrazo Leo y le susurró al oído: - Me quité las bragas - toqué su polla por fuera del pantalón y vi que estába bastante empalmado. Duro como una piedra. Ahora solo podía pensar en su pene y que lo necesitaba dentro de mi.
La sala de Gang Bang es una gran habitación con una cama grande en el centro y varios sofás alrededor. Ahora sólo había dos mujeres en el centro de la cama grande. No se percataron de nuestra presencia.
De nuevo salimos al pasillo y vamos al cuarto de al lado. La mujer el nombre de la sala, la llamó la sala de bondage. - Esta habitación tenía una llave que tiene que pedir en recepción. Nadie está en esta habitación ahora. Sólo puede entrar con la llave - Cuando entramos en la habitación vi que tenía unas ventanas con unas cortinas. La mujer dijo que si la pareja quiere ser mirada podía abrir las cortinas. En caso de que no quieran ser mirados se cerraban las cortinas. En la habitación tenía en el techo unos ganchos y cuerdas, había algunos elementos que podían ser considerados de tortura. La mujer explica que la habitación tenía todo lo que necesita para ser atado y suspendido del techo. Finalmente añadió: - También contamos con expertos en bondage por si al principio no saben cómo proceder -
Volvemos de nuevo al pasillo y nos dirigimos a otra puerta que abre otra habitación, según la mujer esta habitación tiene una cama redonda en el medio, lo inusual de esta sala es que es circular y tiene otro pasillo interior que se entra por otra puerta y a través de la que la gente podía mirar mientras la pareja está en el dormitorio. Esta habitación podría ser cerrada por dentro con el fin de dejar pasar o no a otras parejas a la habitación.
Bueno, por ahora les recomiendo y quizás es mejor para ustedes tomar unas copas y caminar por todo el club. Hay muchas más habitaciones, pero es mejor para la pareja descubrirlas por si misma.
Llegamos al mostrador y nos tomamos las copas. Mientras el camarero era traia las copas le susurré a Leo al oido, mientras ponia de nuevo mi mano en su pene por fuera del pantalón - Necesito tu polla ahora, no puedo esperar, necesito aquí y ahora - a lo largo de la barra había también dos pareas, Leo mira y responde: - vamos a desnudarnos primero y nos metemos en una habitación -
- "No Leo, no ... necesito ahora, no llevo bragas" - Al mismo tiempo que se lo decía ya le había bajado la bragueta del pantalón y tenía su pene en mi mano.
De repente el camarero viene y nos deja las copas. Leo se levanta y me lleva hacía el pasillo de las habitaciones. - No Leo, no ... No me entiendes, me gusta aquí, por favor, hazlo por mí, necesito tu polla aquí y ahora -
Estamos entre la barra y el pasillo a las habitaciones, comencé a levantar mi vestido dejando mi culo y el coño totalmente al aire, en este momento le agarré a Leo su pene y lo dirigí hacía mi coño, no le quedó otra a Leo que meterme su polla completamente. Mi hombre me ha cogido por las nalgas. ¡Oh, Dios mío! Nunca había sentido tan fuerte su pene dentro de mi. De repente empecé a gritar como una loca. Leo no paraba de embestirme allí mismo, no podía parar de sentir un fuego dentro de mi, sentía que venía el orgasmo. Nunca lo había sentido en tan poco tiempo. Normalmente siempre el se corre antes que yo. Pero ahora en segundos había llegado al climax... Oh, Oh oooOOOooOOOoooohh! mmmmmmyyyyyyy gggggoooooooooooooooooooddddddddd ... una explosión dentro de mi vagina. Todas las personas me miraban, pero no me importó. Me corrí, un espasmo tras otro, ... y entonces ¿Qué es eso? Estaba corriéndome y Leo no paraba de embestirme una y otra vez. Todavía no había acabado el primer orgasmo cuando empece a sentir que comenzaba un segundo orgasmo. !!No lo podía creer¡¡ Cada vez más y más personas estaban mirando el espectáculo, las dos parejas en el mostrador, la mujer, el camarero, y otras parejas que al oír los gritos se habían acercado. En ese momento puse mis manos en el suelo. Ahora lo único que tenía delante de mi era el suelo, y justo en ese momento siento aún más las embestidas de mi hombre. Ohh ... OhhhOOOOOoooOOOoooOOhhh me corro,me corro,me corro,me corro, No lo podía creer. Dos y antes que Leo, de repente empecé a sentir como Leo me llenaba, empezó a descargar todo su semen dentro de mi. Oh El mejor polvo de mi vida y delante de desconocidos mirando.
Leo sacó su polla y se la puso dentro de sus pantalones, me ayudo levantarme, ajuste mi falda, y comenze a caminar hacia el Spa. El esperma de mi vagina justo con mis flujos caía por mi muslo, una parte quedó en mi pantorrilla y otra más grande callo al suelo, donde los espectadores se quedaron mirando y la mujer pidió una fregona para limpiarlo.
CONTINUARÁ...
Hermoso relato, me gustaria poder leer la continuacion, besos
ResponderEliminarMe gustaría meterte la polla en el coño de lante de mi mujer y de tu marido y correrme en el coño
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